Teníamos muchas ganas de hablar de ella. Tras pasar cuatro increíbles días recorriéndola en 2011, Luang Prabang es una ciudad que nos ha dejado muchos y muy bonitos recuerdos. Podríamos decir que no nos gustó… nos encantó! Y creemos que todo viajero que ha pasado por esta hermosa ciudad ha acabado cayendo rendido a sus brazos. Su comida, su gente, su cultura, su arquitectura y su exuberante naturaleza hacen de ésta una autentica ciudad mágica…
Situada al norte de Laos y considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1995, Luang Prabang aún conserva ese toque francés en su arquitectura o alimentación y a la vez mantiene ese exótico aire asiático de templos, olores y colores por doquier.
Un viaje por Laos, Camboya, Malasia y Tailandia comenzaba en esta pequeña ciudad. Dos días antes estabamos en Tailandia, cogiendo un bus de Chiang Rai hasta la población fronteriza de Chiang Khong donde se cruza el río Mekong para llegar a la laosiana Huay Xai. Es aquí donde nos embarcamos en un “crucero” a través del Mekong, en un barco de madera en el cual los asientos eran asientos de autocar “pegados”, o no, al suelo de este.
Llegar en barco a Laos es de lo más económico que podemos encontrar. Y es que a pesar de tener un aeropuerto a menos de 4 km de la ciudad, los precios de los vuelos son realmente elevados. A pesar de lo incómodo de la situación y de las horas que pasamos en ese barco (que te deja el culo «cuadrao»), fue tan extraordinariamente bonito lo que vimos que lo recomendamos sin pensarlo. El recorrido por el Mekong es un espectáculo de extraordinarios paisajes sin fin. Un viaje durante dos días haciendo noche en la bella y curiosa Pakbeng.
Una vez tu barco para en Pakbeng tienes miles de laosianos dedicados al turismo a la espera de venderte el hotel mas económico de todos! Es un autentico espectáculo esperar que descarguen tus mochilas mientras críos de no mas de diez años vienen con sus panfletos explicándote el porque debes elegir su hotel…
Una vez cogimos las mochilas huimos de la muchedumbre y echamos a andar. Nos paramos en una guesthouse que tenia buena pinta y en la cual no nos insistían por entrar, vimos las habitaciones que nos parecieron muy bonitas, con baño, agua caliente y encima con vistas al río. El precio? 5 euros… de risa. Se puede cenar sobradamente por 10000 kips o un euro en muchos de los locales. El pueblo no tiene mucho pero es tranquilo y merece la pena pasear y ver a su gente de buena mañana. Monjes pidiendo la ofrenda, chavales lavando su moto en el río, una mujer que cocinaba sapos a la plancha o una cría que barría con esmero su trocito de calle… Una interesante parada!
Una vez llegados a Luang Prabang, tras dos días de viaje, descubrimos que es una ciudad de ensueño que sin duda, es capaz de ofrecer todo lo que el viajero esté dispuesto a exigir. Desde hoteles y restaurantes de relumbrón hasta su increíble naturaleza, relajación, puestos callejeros y simpáticos mercados pasando por algunos de los más bellos templos del sudeste asiático.
Una ciudad tranquila que se hace querer… quieres que te enseñemos el porqué de tanta admiración??
Sus Templos:
Ubicada en un paraje de ensueño entre montañas y la confluencia de los ríos Mekong y Nam Tha, esta ciudad cuenta con unos 50 templos en la actualidad. La mejor manera de recorrer la ciudad es a pie o alquilando una bici con la cual puedes desplazarte por el centro y los alrededores.
Algunos de los templos más emblemáticos son:
– Templo Wat Xieng Thong: su traducción directa es “Templo de la ciudad dorada”. Este significativo templo fue construido en 1560 junto a la orilla del río Mekong y del río Nam Khan. De arquitectura budista, es considerado como el templo más importante de la ciudad y sin duda es uno de los más hermosos. En su dia fue utilizado para las ceremonias reales y como muchos otros fue destruido y reconstruido en diversas ocasiones.
– Templo Wat That Chomsi: construido en 1804 y situado en lo alto del monte Phou Si. Este templo presume de ser uno de los más queridos por la gente local y en él se respira tranquilidad y espiritualidad en cada esquina. Lo encontramos tras subir una larga serie de escaleras, pero las vistas de la ciudad que este templo regala desde arriba… no tienen precio!!
– Templo Wat Mai: conocido por sus increíbles bajorrelieves decorados, fue construido en 1796 y restaurado en 1821.
Sus mercados:
-El increíble colorido del mercado nocturno: Este lugar nos encantó de tal manera que lo visitamos todas y cada una de las noches que estuvimos allí. Y no necesariamente para comprar, ya que a diferencia de otros muchos mercados del mundo, en este ni te atosigan, ni te insisten, dejándote total libertad para pasarte horas paseando y mirando. En ese mercado se respiraba paz… os lo podeis creer?? A parte de que se te quitaban hasta las ganas de regatear cuando te decían (o más bien escribían en una calculadora) el precio de los artículos…
Los vendedores, inmersos en una relajación total te recibían con una sonrisa y un amable Sabaidiii!!. Un completo imperdible en una visita a la ciudad. En él encontraréis de todo a precios más que asequibles. Desde ropa de cama, objetos decorativos, cuadernos, monederos, camisetas, zapatillas, machetes, bebidas típicas, farolillos de papel…
Lo encontramos todos los días desde el Royal Palace Museum hasta Th Kitsarat, dejando la zona completamente peatonal.
-El curioso mercado de día: Situado a pocas calles del mercado nocturno entre Main St. (Sisavangvong Rd.) y el río Mekong. Se diferencia del otro por no estar dedicado al turista sino a su gente local. Oportunidades fotográficas en cualquier esquina de este curioso mercado en el que encontramos desde cientos de verduras diferentes, huevos , carnes o especias hasta serpientes, tortugas, grillos, sapos o ratas a la venta con la total normalidad del mundo!
Su gente:
Hasta entonces nunca habíamos visto nada igual… cientos de budistas paseando por las calles con sus sombrillas convirtiéndose en una maravillosa postal del lugar. Siempre tienen una sonrisa y están dispuestos a hablar con el turista ya que les encanta practicar su inglés (y de paso te lo hacen practicar a ti).
Los templos están llenos de jóvenes que desde muy pequeños ayudan a la limpieza y mantenimiento de su templo. Y gatos!!! En cada templo habían gatos!! O gatos laosianos, como los llamábamos nosotros…eran chulos como ellos solos, pero eran tan monooooosssss!!!
Como mucha otra gente, estábamos deseando ver el famoso ritual o ceremonia de entrega de ofrendas, que los lugareños hacen a los monjes como muestra de humildad y respeto. A pesar de no ser la única ciudad en la que se realiza, Luang Prabang es conocida por la cantidad de monjes que alberga.
Así pues, cada mañana al amanecer un sinfín de monjes en fila india pasean por la ciudad en busca de esas ofrendas que, a su vez, reparten entre los más desfavorecidos que aprovechan la ocasión para “pedir” justo al lado de los que están ofreciendo. Da mucha lástima ver niños con esas edades en esa situación. En todo caso, es un momento increíble que bien merece la pena el madrugón y estar preparado en la avenida Sisavangvong, cerca de los templos, en cuanto empieza a amanecer.
Por desgracia, la parte negativa no son los turistas en silencio que sacan fotos sin cesar, si no los que pretenden ir más allá y participan en la ceremonia. Cada uno tendrá su opinión al respecto… pero para nosotros, ver grupos enteros que pagan para poder realizar esta ceremonia como si de una actividad turística se tratara, le quita el encanto y demuestra un desarraigo con esta religión.
Su cocina:
Nos encanta la cocina asiática en general… pero las sopitas de Laos… mmmmhhh nunca las olvidaremos!!! Fuera la hora que fuera, a Robert siempre le entraba una sopita hecha con cariño y amor de alguna «mamma» laosiana, jejeje.
Así que nuestro día a día en Luang Prabang se convirtió en una rutina: para desayunar… un crepe dulce o salado con un fantástico zumo de frutas!! (o la versión para Robert: una sopita mañanera) La comida la hacíamos donde nos pillara pero os aseguramos que cualquier cuchitril de la ciudad nos parecía exquisito. Y la cena… aaaaayyyy esas cenas en sus puestos callejeros tipo buffet, justo al lado del mercado nocturno, donde puedes rellenar el plato hasta arriba por 10.000 kips o lo que es lo mismo… 1 euro!! Todo el mundo conoce estos puestos de banquetas de madera que se montan por la noche y la comida a parte de variada está realmente buena!
Como restaurantes recomendaríamos sin duda estos dos que pudimos probar y que nos encantaron:
– LaoLao Garden Restaurant: Situado en la calle Phousi Road Ban Aphay, este bonito y conocido restaurante es especialista en la típica barbacoa Laosiana (al parecer, de origen coreano). Consiste en una gran olla con agua hirviendo y una parrilla superior en la que calentar la carne. Pides los ingredientes que te apetezcan y tu mismo los cocinas! Verduras, carne, huevos… Riquisimoooo!!!
– Dyen Sabai: en Ban Phan Louang cruzando el río Nam Khan. Era nuestra última noche en Luang Prabang y fuimos a este conocido y recomendadisimo restaurante y lo cierto es que tiene su fama bien merecida! Menos económico que los puestos callejeros, pero de precios completamente asequibles. Cruzamos el río de manera gratuita con unos botes que proporcionaba el mismo restaurante, aunque hoy en día parece ser que existe un pequeño puente de bambú. Está formado por varias terrazas que dan al río con mesas bajas y cojines en plan chill out y se puede comer comida laosiana y asiática en general.
Dónde dormir:
Nosotros nos alojamos en dos sitios diferentes. Durante las dos primeras noches estuvimos en el Manichan Guesthouse y lo cierto es que nos encantó… un 10 en calidad/precio ya que los alojamientos en Luang Prabang son un poco más elevados que en el resto del país. Pagamos 18 dólares la noche.
Decidimos cambiar las últimas dos noches por estar más cerca de la zona de templos para poder tener más a mano la celebración de las mañanas de los monjes y fuimos a dar con la Sokxai Guesthouse que tenía bastante buena pinta por fuera pero las habitaciones estaban sucietas y olían mucho a humedad… así que el cambio nos salió rana! Sobretodo porque el precio de esta última fue un pelín más elevado, pagamos 20 dólares la noche.
Sus alrededores:
– Cataratas Kuang Si: situada a unos 25 kilómetros al sureste de la ciudad de Luang Prabang. Esta catarata enmarcada en un paraje de ensueño tiene una caída de 60 metros de altura y es un lugar que a nosotros, personalmente, nos gustó mucho. Ya no solo por la belleza de la catarata en si y sus alrededores, sino por algo que nos impactó mucho ver… su centro de rescate y recuperación de osos! Un recinto en el que se encuentran osos rescatados de manos de los cazadores furtivos y el en cual, estos pobres, encuentran un tranquilo hogar. Estos osos asiáticos son de los más pequeños del mundo pero entran en el tráfico ilegal para productos de la medicina china. Nos pareció un animal maravilloso con su elegante banda blanca en el pecho. Se puede ayudar comprando pequeños recuerdos al estilo peluche o camiseta ya que el centro, en principio, no recibe ningún dinero de la entrada a las cataratas.
– Cataratas Tad Sae: Son divertidas, curiosas y preciosas a la vista… las cataratas Tad Sae, situadas a 15 km de Luang Prabang son espectaculares. Divertidas porque se puede realizar un circuito de tirolina muy chulo. Son curiosas por la forma escalonada y esa manera uniforme de caer el agua y preciosas a la vista porque… pues porque lo son!!! El paisaje que forma su conjunto es realmente de postal y aunque el agua no es que este muy calentita…es un magnifico lugar en el que pasar un dia de picnic!
– Cuevas Pak Ou: Aunque nosotros no fuimos, creo que deben estar en este post por su importancia para Luang Prabang. Y es que estas cuevas son un auténtico santuario subterráneo cavado en un enorme precipicio, en el que, se almacenan cientos y cientos de estatuas de Buda que han sido veneradas durante siglos. Las cuevas están situadas en pleno río Mekong y por lo tanto, es necesario un barco para llegar hasta ellas.
– Trekkings: Realizar uno de los maravillosos trekkings que ofrece Luang Prabang es casi imprescindible. En la calle principal encontraréis varias agencias locales que se dedican a ello. Nosotros escogimos uno de un par de días en el que caminaríamos durante siete horas por un maravilloso paraje lleno de campos de arroz y pequeños poblados de la etnia hmong . Nos acompañaba un guía local bastante simpático el cual se encargaría también de cocinar y hacernos de traductor durante esos días.
Haríamos noche en uno de estos poblados y tras conocerlos y comer, estos nos acogieron como sus huéspedes y dormimos en unos colchones improvisados en lo que bien podría ser un granero… Si no fuera por el gallo que cantaba justo al lado nuestro a las 3 de la madrugada hubiera sido casi perfecto!! Jejeje Pudimos visitar la escuela, ver en lo que trabajaban y conocer un poco a la gente de allí aunque fuera prácticamente por señas. Fue una grata experiencia y a pesar de saber que no encontraríamos fauna alguna en esas montañas mereció la pena conocer esos pequeños enclaves, relacionarse con ellos y evidentemente conocer un paisaje realmente impresionante lleno de montañas escarpadas.
Yo es que es oír esos nombres y mi mente se pone en marcha…
Bonito recorrido, la verdad es que me quedo con ganas de saber cuanto tiempo fue el viaje en barco.
Los mercados, los templos, me he transportado allí. Que bonito el templo al que van los lugareños. <3
Jó una vez vi un reportaje de lo de los osos y que horror. Me alegra que exista ese sitio.
¡Ratas! Nunca he visto ratas…. así asaditas, jejeje.
Que ganas de viajar, por favor.
Un abrazo, chicos!
Hola Iciar! Pues el viaje en barco fueron casi dos dias haciendo noche en el pequeño pueblo de Pakbeng. Nos alegra que te haya gustado, la verdad es que Laos es mucho más tranquilo que el resto de países asiáticos y esta ciudad en especial nos enamoró. En cualquier caso bien es cierto que no dejan animal con cabeza… junto con Camboya es el pais donde hemos visto que se comen todo.
Ánimo que ya te queda poco para disfrutar de un viajazo!
Saludos!
Robert y Ely
Laos es uno de los países de Asia que sí me he planteado visitar en algún momento, por eso me han gustado todas las recomendaciones y tips que incluyen en este post. Una información que puede ser muy útil si me animo a irme de «aventura» 🙂
Hola Mauxi! Pues es muy buena opción para tener una visión más pausada y tranquila del sudeste asiático. Nos alegra que lo hayas visto útil!
Un saludo!
Robert y Ely
Asia no está en mis planes de viaje, pero si cambio de idea, creo que empezaría por Laos y esta población que tan bien retratan 🙂
Hola María! Pues es muy buena idea lo que comentas ya que es un país tranquilo y fácil de recorrer con bonitos paisajes sobretodo en el norte. Recomendado 100%! Un saludo!
Robert y Ely