Qué hacer en El Nido. Amor odio en Filipinas con la perla de Palawan

La pequeña población de El Nido es quizá junto con la isla de Boracay el lugar turístico que más se relaciona con Filipinas. A día de hoy, es un país que se ha abierto al turismo hace relativamente pocos años y va in crescendo. Si quieres saber qué hacer en El Nido, sigue leyendo.

En realidad, no es el pueblo feo, contaminado y atestado de almas de El Nido el que atrae a más turistas cada año que pasa. El verdadero interés está en el archipiélago de islas que se abre a su alrededor, el archipiélago de Bacuit.

Los paisajes de grandes rocas kársticas que surgen del agua y cubiertas de vegetación que encierran playas y bahías de agua turquesa son similares a los de la bahía de Halong en Vietnam o a los de la región de Krabi en Tailandia.

El lugar natural es sencillamente increíble, pero si miramos con perspectiva englobando todo lo que rodea a esta maravilla de la naturaleza, diríamos que como destino turístico resulta notable pero no excelente, en nuestra humilde opinión.

El Nido, un amor odio y un qué se yo

Este no será un post contando sólo lo bonito e impresionante que es El Nido y donde repetiremos la palabra “paraíso” hasta la saciedad. El paraíso ha tenido un coste alto, como muchos otros lugares del mundo por donde el turismo de masas ha deslucido el lugar.

Lo que era un pequeño pueblo de pescadores hace unos 15 años, está camino de irse de las manos. En cualquier caso, prácticamente no hay ruta por Filipinas que no incluya la joya de la corona y bien merece la visita. Pero ojo,sin «echarse la manta a la cabeza» y sabiendo muy bien a lo que se va.

Nuestra parada en El Nido fue la última de todo el viaje a Filipinas y eso influyó también en nuestra opinión. Veníamos de lugares distintos a lo largo del país pero todos con el punto en común de la tranquilidad. Habíamos podido ver la vida local de cerca y con un turismo bastante más controlado, incluso en la denostada Alona Beach.

Pegar el salto a El Nido supuso maravillarnos con el paisaje, pero estando fuera de los adjetivos que tanto han acompañado a Filipinas en los últimos años como “país por descubrir” o “Tailandia hace 40 años”. Tampoco hay que calentarse tanto…

Los lugares bonitos son visitados por mucha gente y El Nido lo es y nosotros lo aceptamos. De todas maneras, creemos que ya no guarda ese aura de descubrimiento que sí que tienen quizás muchos otros lugares de Filipinas. ¡Que nadie se engañe, el mundo está todo descubierto por suerte o desgracia!

Cómo llegar a El Nido

El Nido se sitúa en el extremo más al noreste de la isla de Palawan, separada al oeste del resto del país y entre el Mar de Sulu y el Mar de China meridional. Su población principal, Puerto Princesa, es la que acoge la mayoría de vuelos y en la cual nosotros también aterrizamos viniendo desde Cebú.

El propio pueblo de El Nido dispone de un aeropuerto que recibe vuelos desde Manila aunque a precios considerablemente más altos.

Una vez en Puerto Princesa las opciones para el largo viaje hasta El Nido, son principalmente dos: Van o Bus. Para tomar una de las dos principales compañías de buses (Roro o Cherry) conviene ir hasta la estación de San Pedro, a la cual se tarda unos 20 minutos y cuesta ir unos 60 PHP.

El billete está alrededor de los 450 PHP y en principio era nuestra opción, ya que a pesar que tarde más que la van, se va mucho más cómodo.

Finalmente optamos por tomar una oferta de una van que salía justo en ese momento del aeropuerto, ya que aunque suelen costar alrededor de 500 PHP, nos la dejaban por 450 PHP para llenar el cupo. Aceptamos para no perder más tiempo aunque a sabiendas que iríamos como «sardinas en latas».

Así transcurrió el viaje durante las algo más de 5 horas con una parada para comer. Los precios de las van a la vuelta se incrementan hasta los 600 PHP.

Dónde dormir en El Nido (Corong Corong) y Puerto Princesa

La oferta de alojamiento en El Nido es de lo más variopinta y para todos los gustos y precios. Por lo general y como encontramos en toda Filipinas y ya hemos señalado alguna vez, es caro para lo que se ofrece en todos los niveles.

Corong Corong

Nosotros optamos por la opción Corong Corong, una playa que se sitúa a 1’5 Km de El Nido y donde en principio se está mucho más tranquilo. Se puede ir hasta El Nido andando o en tuk tuk fácilmente, aunque se notan que los «tuktukeros» de aquí están muy resabiados y pedían fortunas. Nosotros optamos siempre por la primera opción, utilizar las piernas.

El hotel donde nos quedamos 3 de las cuatro noches que estuvimos fue el de la cadena Dormitels, también presente en otras partes del país. Lo mejor que tiene es la ubicación, ya que se sitúa a pocos metros de la línea de playa y bastante a resguardo.

Corong Corong es una zona que por lo que vimos a estas alturas ya estará con algunos restaurantes y hoteles de más. Habían obras para hacer frente a la alta demanda turística de la población y seguir construyendo lo que haga falta en las calles adyacentes.

Algo que nos sorprendió en El Nido fue ver la cantidad de latas con litros y litros de aceite de palma para cocinar… queríamos llorar. En el Sudeste Asiático este aceite ya no sólo está en los productos sino que se cocina directamente con ella.

Como hotel es muy simple, unas habitaciones muy pequeñas y vetustas con olor a humedad a un precio de 1000 PHP por noche. De nuevo repito, caro para lo que es. ¿Total para qué? Para que no funcione ni el agua. Y no el agua caliente no… sino que no había ni agua!

Es una putada muy gorda venir tras un día de playa lleno de arena hasta arriba y no poder ducharte medio en condiciones. Muy amablemente nos brindaron la oportunidad de ducharnos con un cubo de pintura lleno de agua que fueron a buscar a no sé dónde. Ah por cierto, para los «wifi adictos» decir que no funcionó durante toda la estancia.

El Nido

El otro alojamiento que probamos y a escasa distancia del primero (tan sólo hay que cruzar la carretera) se trata del Novie’s Tourist Inn. Tras la mala experiencia del Dormitels, este hotel nos pareció el Grand Hyatt o el Carlton Ritz de El Nido. ¡Coño no hacía falta tanto para estar a gusto! ¡Pagar poco por un cuchitril lo aceptamos, pero pagar mucho por un tugurio no!

El Novie’s son varios edificios pequeños de madera con habitaciones muy bien arregladas, limpias y rodeadas de vegetación. El personal es muy amable, quizá el mejor trato que recibimos en todos los alojamientos que tuvimos en Filipinas.

La habitación eso sí, nos costó 1800 PHP, pero ya por ser el último día allí, dijimos que «de perdidos al río». También llevábamos recomendado el Greenviews justo en la misma playa, aunque no les quedaba sitio y al parecer era más caro.

Puerto Princesa

Incluímos también el alojamiento donde estuvimos a nuestra vuelta a Puerto Princesa antes de volar a Manila, el cual también recomendamos. El Casa Linda Inn dispone de habitaciones grandes y bien limpias alrededor de un patio con vegetación y una pérgola bastante bonita.

Por 750 PHP se trata de los alojamientos que más nos gustaron en cuanto a calidad-precio de todo el país.

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La Bahía de Corong Corong, un recorrido en Kayak por sus playas

Antes de entrar en materia con los famosos tours de El Nido, nos gustaría explicar lo que para nosotros nos pareció el mejor plan para realizar en la zona a parte de los archiconocidos tours. La playa de Corong Corong al igual que la de El Nido no destaca por sus aguas precisamente, pero hay un bonito recorrido en kayak.

Se trata de un gran palmeral que recorre toda la línea de costa. La marea sube por las mañanas y deja al descubierto todo un fondo de arena lleno de pequeñas estrellas de mar por la tarde. Efectivamente, no nos arrepentimos para nada de habernos alojado aquí. Es mucho más tranquilo que la población de El Nido y se puede ver el atardecer desde alguno de los bares y restaurantes que se suceden.

Como decía, el plan que más nos gustó fue el de alquilar un kayak para disfrutar a tu aire de las playas de alrededor de Corong Corong. Esto lo descubrimos gracias al post de los chicos de La Gaveta Voladora.

Ya sabíamos de antemano que a pesar de disponer de varios días y que los paisajes del archipiélago de Bacuit son muy bonitos, no íbamos a realizar todos los tours existentes. Preguntamos en Greenviews por el precio del kayak y nos pedían 500 PHP, pero justo al lado en una caseta de color verde perteneciente a una familia que vivía allí, nos cobraron 300 PHP por todo el día.

Saliendo de la bahía hacia la derecha en dirección a El Nido, y remando durante no más de una hora podemos llegar hasta Seven Commandos Beach, una de las playas incluidas en el tour A. La ventaja es que podemos llegar hasta aquí durante el día a horas donde la playa prácticamente está sola.

Hasta llegar a la playa de Seven Commandos nos encontraremos con tres más precedentes. Están ituadas de más cerca a más lejos de Corong Corong y son: Yoga Beach, Lapus Lapus Beach y Papaya Beach.

Sin duda la tercera (Papaya) es la que más nos gustó, incluso más que ciertas playas de los tours. Es donde vivimos los momentos de más tranquilidad en El Nido y se trata de una playa preciosa.

 

De camino podemos observar algunas formaciones rocosas provocadas por la erosión. Estas son solamente visibles desde el mar y el paisaje que te rodea con las islas del archipiélago de fondo es precioso. A tener en cuenta la corriente y el pequeño oleaje que puede haber, que en un santiamén puede llevarte por el camino de la amargura.

Island Hopping, los famosos tours de El Nido o la gallina de los huevos de oro

Sinceramente nos da un poco de pereza escribir sobre esto, pero haremos un esfuerzo jeje. La información es la que ya hay en muchos sitios y apenas ha cambiado en los últimos años. No vamos a descubrir mucho si decimos que los tours clásicos y nombrados por las letras del abecedario son el A, B, C y D. De estos, los que más éxito tienen son el A y el C, hasta aquí el resumen.

En todas las agencias y hoteles encontrarás los mismos precios, salvo algún pequeño regateo que puedan dar al contratar más de un tour.

Precios oficiales: A 1200 PHP, B 1300 PHP, C 1400 PHP y D 1200 PHP. En los últimos tiempos han proliferado los tours combinados, sobretodo el A + C o el enigmático tour E. Incluso vimos el tour Z en algún sitio, donde te llevan supuestamente a sitios desconocidos y fuera de los circuitos originales. Como se puede comprobar, no son muy originales en cuanto al nombre.

Como es de esperar en este tipo de sitios lo tienen bien montado y a pesar de la cantidad de lugares que venden el tour, al final son las mismas empresas que lo realizan y se pasan clientes de unas a otras para llenar cupos.

Cada día por la mañana desde la bahía de El Nido, (fea con ganas y llena de porquería) salen más o menos a la misma hora todas las bangkas hacia los distintos lugares. Paciencia y al lío, todo dependerá de muchos factores y hay que ir con positividad para poder disfrutar del maravilloso lugar que es Bacuit. No hay que desesperarse.

 

Ely siempre me dice que preparo y pienso demasiado las cosas y que hay que dejar más tiempo a la improvisación. En este caso le doy toda la razón (y me jode darla).

La que supuestamente era la agencia que traíamos recomendada y “diferente” al resto resultó ser un fiasco. Sin embargo la que elegimos al «tum tum» y que ofrecía lo mismo que la mayoría, nos hizo pasar un día genial en El Nido. ¡Así que ya lo sabéis, a dejarse llevar!

Tour A+C (que se convirtió en un B con toques de A)

Este tour lo contratamos por 1400 PHP con Ape tours, situados en Corong Corong a escasa distancia del Dormitels. Según habíamos leído realizan tours combinados e intentan ir un poco en sentido contrario para no encontrar tanta gente y bla bla bla… ¡papanatas!

El día no pudo comenzar mejor cuando ya cargado con la mochila y camino al tour, algo grande y que se movía rápido reptaba por mi nuca y se introducía en mi cabellera. Cuando me quise dar cuenta tenía en la mano una cucaracha tamaño Empire State que inmediatamente liberé para que siguiese su camino. Como no, era la pequeña que la noche anterior en el Dormitels nos dio la bienvenida a la habitación y la muy sabionda se había metido en mi mochila.

Ese día partimos en la bangka junto con una mayoría de israelitas, que al parecer eligen con frecuencia esta agencia. Desde el minuto uno, nos pusieron música estridente con un altavoz a escasa distancia de la cabeza con un volumen nivel “te rompo el tímpano mamonazo”

Esa fue la tónica para todo el día. Bueno, eso y ron a destajo, servido en un barreño asquerosete que se sacaron de la manga. Lo repartían a diestro y siniestro entre todos los presentes. ¿Agua para qué, pensarían?

Realizamos una primera parada en Papaya Beach para hacer snorkel, parada que en principio ni entra en los recorridos de los tours, ahí ya vimos que el guía pararía donde le saldría de las pelotas.

Aquí hubo un episodio que me tocó mucho la moral y dice bastante de la dejadez de El Nido. El cocinero empezó a hacer la comida en la pequeña cocina que llevan las bangkas y una tapadera de poliespán salió volando hacia el agua, cosa que le dio exactamente igual. Tuve que pegarme la nadada padre para recuperar la basura y devolvérsela.

El snorkel no nos pareció nada del otro mundo ni aquí ni en ningún lugar de los que vimos en El Nido. Cierto es que tampoco veníamos a ello especialmente, pero teniendo en cuenta el alto nivel de los fondos marinos de Filipinas, El Nido nunca ha estado en el top y el snorkel no iba a ser mucho más allá.

Hay mucho paso de gente de los tours y las consecuencias que ello conlleva, hace que la vida de esos arrecifes tampoco sea para tirar cohetes. Hace tiempo que dejé de confiar en muchos seres que habitan este planeta y un gran ejemplo lo vi aquí, donde a muchos les importa tres pitos pisotear corales, tocar animales o quedarse de pie encima del arrecife. Así es imposible que haya un buen snorkel lamentablemente.

Desde un principio, decidieron tirar para el sur del archipiélago donde se realiza el tour B, alegando que había mala mar (cosa que no se veía por ningún lado) y es por eso que finalmente realizamos el tour B con reminiscencias de A para nuestro disfrute.

Al parecer, el día anterior una de las bangkas había volcado por las olas, así que más vale prevenir que curar. En su favor, diremos que no encontramos demasiada gente, aunque este tour es también mucho menos realizado.

La isla de Pinagbuyutan nos gustó bastante, lástima de las nubes que había a esas horas. Aquí fue donde comimos, bastante justito por cierto en cuanto a calidad y cantidad y paseamos por las dos playas de la isla, que cuenta con un palmeral muy grande y unas vistas bonitas de los alrededores. Lo más chulo es la playa que se encuentra a los pies de la roca vertical que surge del mar.

En Cathedral Cave paramos para hacer snorkel, donde había algunos bancos de sardinas, aunque nada comparable al de Moalboal, también en Filipinas. La cueva está chula y puedes nadar hasta llegar a situarte justo debajo de bastantes estalagmitas. Fuera de esto, el fondo queda a mucha profundidad así que el snorkel resulta un poco insulso.

En Snake Island pudimos pasear por el largo banco de arena que une dos islas y su bahía de agua turquesa bastante chula. Merece la pena subir hasta el promontorio en pocos minutos para tener una vista completa de toda la bahía. El Small Lagoon del tour A contaba hasta con tres puestos de kayaks amarillos que deslucían completamente la estampa. El lugar es bonito pero no más que otros lugares parecidos en Tailandia, del mismo estilo.

En Seven Commandos Beach nos quedamos hasta ver el atardecer, aunque nosotros estuvimos más pendientes de un macaco que tenían atado por la barriga al lado del chiringuito que hay en la playa. El guía de Ape te lo enseñaba para que te hicieras la foto, aunque a nosotros nos llenó de rabia que se utilizara al animal para disfrute de la cantidad de personas que pasan por esa playa cada día.

El pobre tenía una lata para dormir y apenas tenía espacio para moverse, mostrando claros signos de estrés. Al volver del viaje dimos parte a las autoridades pertinentes en Filipinas y obtuvimos respuesta. Si alguien lee esto y ha ido recientemente a Seven Commandos que no dude en decirnos si este pobre sigue estando alli.

 

En resumen, la experiencia de ese día fue a medias, con una agencia que parecía más entregada a la fiesta y el alcohol que en visitar lugares y una tripulación un tanto pasada de rosca. Quizá está bien indicado para otro tipo de turista, pero nosotros íbamos buscando otra cosa.

No queríamos inventos en cuanto al recorrido, queríamos el tour clásico sin hacer malabarismos, pero lo de innovar en ocasiones sale rana y el guía se acabó sacando una mezcla de tours que aquello parecía una macedonia de frutas, y ojo porque no hemos ni explicado todas las paradas.

Tour C o nuestra reconciliación con El Nido

Para el tour C clásico, que nos habíamos perdido con la otra agencia dos días antes, nos aventuramos a contratarlo con el mismo hotel Novie’s Tourist Inn ya que no queríamos irnos de aquí sin ver el otro tour más demandado del archipiélago. No queríamos sorpresas, tour C clásico ¡no pedíamos nada más! Desde Corong Corong, nos llevaron en tuk tuk hasta El Nido, ya incluido en el precio de 1400 del tour C.

En esta ocasión, nos tocó con un nutrido grupo de chinos de esos que van con su chaleco salvavidas a todas partes y les cuesta comportarse en ocasiones cuando salen fuera de sus fronteras.

Primera parada fue Helicopter Island que utilizamos para descansar en la playa, aunque también puede realizarse snorkel. A partir de aquí el guía de la empresa con la que íbamos empezó a caerme bien ya que llegaba tarde a todos sitios, y en consecuencia toda la gente ya se había ido del lugar o estaba en ello.

Proseguimos por una zona llena del paisaje típico que todos imaginamos cuando pensamos en El Nido: rocas llenas de vegetación, playas de agua clara y bahías escondidas. El paisaje nos encantaba y no dudamos en situarnos en la proa del barco para sentir el mar de cerca.

Pronto acabaríamos llegando a Secret Beach donde el pobre guía tenía que ayudar a los chinos que no sabían nadar a pasar por el agujero que da lugar a esa maravilla natural. El lugar es precioso, una playa escondida rodeada de rocas y donde el único acceso es ese pequeño agujero por el que hay que pasar nadando.

Fuimos a comer a Talisay Beach, aunque cualquier playa de las que había por la zona era digna de mención, importa tres carajos el nombre. La comida se parecía a eso que habíamos visto tantas veces en fotos con los adornos en la fruta y demás parafernalia, con mucha variedad y cantidad y además buenísima.

A escasa distancia está Matinloc Shrine donde ninguno del barco quiso acercarse a ver el santuario que hay (se paga a parte) pero paramos al lado para realizar snorkel en una de esas playas sin nombre. Como ya decíamos nada digno de mención, pero siempre es agradable darse un baño entre corales y además nos estábamos tostando a base de bien.

La última parada en Hidden Beach cerraba un día memorable que nos había hecho reconciliarnos con El Nido y dejar a un lado los muchos defectos que tiene.

A esta playa de acceso complicado y situada detrás de unas rocas también hay que llegar nadando, pero una vez se abre ante ti es otro de esos lugares de relax total, preciosa. Fue un broche de oro para quedarnos más tranquilos y disfrutar de un día entero por Bacuit.

Alrededores de El Nido

Las Cabañas Beach

No vamos a andarnos con rositas, esta playa es el lugar más sobrevalorado que hemos visto en toda nuestra vida viajera, ahí lo dejo. Llegamos a él pegándonos la pateada desde Corong Corong a través de toda la costa. La playa no tiene absolutamente nada de especial y teniendo en cuenta que el palmeral que la circunda es bonito, está tapado por un muro de cemento que queda fatal, epic fail.

El atardecer desde aquí no lo vimos nada del otro mundo y la gente se desperdiga a lo largo de los de bares llenos de turistas a veces pasados de vueltas y generando un montón de basura que se queda por ahí. En algún bar había carteles machistas estilo: “Si vienes en bikini te invitamos a una copa, si eres un tío date directamente la vuelta”.

Para colmo, a la vuelta los «tuktukeros» se aprovechan y piden entre 100 y 150 PHP para el trayecto hasta El Nido (en algo menos de 10 minutos) a lo que nadie rechista y todos al salir de allí como borregos pagan religiosamente. Nos entró tal decepción que decidimos volver andando…

Nacpan Beach

A esta playa situada a 45 minutos al norte de El Nido no llegamos a ir. Se dice que está muy bien, por su larga extensión de arena y poca gente. Los «tuktukeros» pedían de 800 PHP hacia arriba y las agencias también la vendían a precios bastante caros. Otra opción es alquilar una moto y llegar visitando las cascadas que hay por el camino.

Íbamos a El Nido sin pretensiones, sin fiarnos de si sería el lugar tan maravilloso que muchos cuentan (y que es en realidad) pero deslucido por muchos factores importantes. Me alegro de que haya sido así, porque aprendemos a valorar las cosas con objetividad. Hay que ver lo bueno y lo malo de un lugar y lamentablemente, este sitio tan especial tiene algo de esto último.

Aunque no entre en nuestra lista de lugares memorables, no nos arrepentimos de haberlo visto, ya está hecho y nos gustó en conjunto a pesar de todo lo que se ve alrededor: basura, masificación, poco respeto por el entorno, desfase… Hasta siempre El Nido!