Día de Muertos en Michoacán. Celebrando la vida en México

Vaya de antemano, que nada de lo que escriba podrá ni tan siquiera acercarse a lo vivido en la celebración del Día de Muertos en Michoacán de 2021. Ninguna foto, video o documento gráfico puede transmitir lo que experimentamos en la mayor fiesta de México junto con las Fiestas Patrias del 15 y 16 de Septiembre. Teníamos puestas muy altas las expectativas sobre que veríamos y como era esta festividad desde dentro, encima en el estado que dio origen a todo ello.

Ni una pandemia de por medio impediría que la gente se echase a las calles. El color, la música, la comida, la risa y el llanto convergen en una amalgama difícil de explicar y fácil de entender. Muerte solo hay una y nos llega a todos por igual, pero como la viven en México es otro nivel. Podemos asegurar que es una de las experiencias más intensas de nuestra vida y es que este país, nunca defrauda.

Origen del Día de Muertos: Una fiesta mexicana para el recuerdo de los nuestros

La festividad del Día de Muertos tiene su origen en los pueblos prehispánicos y data de más de 3000 años de antiguedad. En efecto, los mixtecas, zapotecas, mexicas o los purépachas tenían un culto a la muerte como otras civilizaciones y celebraban el paso de sus difuntos al Mictlán a través de rituales y ofrendas.

Con la llegada de los españoles y el catolicismo se produjo un sincretismo religioso ya visto en muchos otros casos. Hoy en día lo que se puede observar es una mezcla entre culturas y que tiene sus diferencias y distintos conceptos según el estado de México en el que se celebre.

El mismo principio o idea rige en todo el país, dar la bienvenida a los seres queridos que durante una noche vuelven del más allá. En general, se prioriza la memoria por los familiares y el recuerdo de lo que fue la persona en vida. Las almas de los difuntos vuelven para estar en compañía y en los altares se les representa con todo lo que ellos una vez fueron.

Actualmente los días más representativos son el 1 y el 2 de Noviembre. Comentar esto más que nada porque en cuanto a preparativos y ambientación se comienza semanas antes. El día 1 (madrugada del 31 de Octubre al 1 de Noviembre) tiene su origen en el día de Todos los Santos del calendario católico, que corresponde a los infantes y niños fallecidos. El día 2 (madrugada del 1 al 2 de Noviembre) está dedicado a los Fieles Difuntos , es decir a los adultos.

Día de Muertos: Una festividad tradicional lejos de Halloween

Nuestro idilio con México ya viene de lejos y en este tercer viaje queríamos vivir sí o sí el Día de Muertos, ya que no habíamos podido en las anteriores ocasiones. Como decimos se trata de una fiesta a nivel nacional, pero si hay que ensalzar dos estados destacados serían Oaxaca y Michoacán.

La riqueza cultural de ambos lugares nos asegura que lo que vamos a presenciar es lo más tradicional y puro de estos días señalados. Olvidémonos de Halloween e influencias externas que pueden dañar la imagen real de los que es realmente este día. Nada de calabazas, disfraces de terror o algo que se le parezca.

Aquí veremos sobretodo altares, flores naranjas de cempasúchil por todos lados, muchas velas, música de banda tradicional, ofrendas, papel picado, catrinas y comida local. No hay que olvidar que en 2008 este día pasó a ser Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

La película de animación Coco de Disney Pixar de 2017 fue un impulso a nivel internacional para el Día de Muertos y Michoacán concretamente. Efectivamente, esta película relata muy bien a través de una historia, todo lo que rodea a una familia en ese día. Está perfectamente ambientada y para realizarla, se inspiraron en muchos pueblos de los estados de Michoacán, Oaxaca y Guanajuato.

Viviendo el Día de Muertos en Michoacán, la cuna de los Purépechas

Michoacán es un estado que no siempre se asocia con buenas noticias, sobretodo las relacionadas con narcotráfico. Con todo y ello, problemas de cada país a parte, es una región de México muy rica a nivel cultural, gastronómico y patrimonial. Desde aquí animamos a dejar los prejuicios y conocer un poco más de ese México auténtico y ancestral que se esconde en estados como este.

La denominada zona lacustre alrededor del Lago de Pátzcuaro es la base perfecta para vivir el Día de Muertos de excelente manera. Junto con la capital del estado Morelia, son todos estos pueblos alrededor del lago los que mantienen la tradición y las costumbres como antaño.

Como llegar a Michoacán

El estado de Michoacán está situado en el centro oeste del país. Se rodea por completo de los estados de Colima, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Estado de México y Guerrero. Para hacernos una idea, la capital Morelia se encuentra a medio camino entre Ciudad de México (4 horas) y Guadalajara (3h 15 min).

La red de buses de Ado, abarca buena parte del país y resulta un sistema de transportes eficiente. En otras ocasiones la hemos utilizado y siempre con buen resultado. En esta ocasión, llegamos a Morelia con coche de alquiler desde Guanajuato. De Morelia a Pátzcuaro se tarda una hora y de ahí el resto de pueblos con interés se dispersan en distintas direcciones alrededor.

No es de extrañar que durante los días de celebración del Día de Muertos, el tráfico se torna un poco difícil. Aun así, cabe decir que nos los esperábamos peor. Al viajar en familia y con dos niños pequeños, íbamos en dos vehículos y en ningún momento tuvimos problemas serios de parking, nuestro principal miedo.

Los distintos pueblos se preparan con antelación y existen parkings acondicionados para la ocasión. La seguridad está bastante presente. Condujimos de noche para ir de un pueblo a otro, pero siempre había bastante gente y la presencia de patrullas policiales por todos lados. Con esto no queremos decir que no haya que estar alerta. Siempre mantener un perfil bajo, extremar las precauciones y no dar pie a facilidades para los amigos de lo ajeno.

Purépechas, aguerrido pueblo de Michoacán

Desde tiempos prehispánicos han sido los purépechas los habitantes de estas tierras. Dicen que jamás llegaron a ser conquistados por los mexicas o aztecas, que los denominaban michoacas o michoacanos en náhuatl.

Hoy en día viven en 22 municipios alrededor del Lago de Pátzcuaro con sus mismas costumbres y tradiciones. Un idioma ancestral resuena en nuestros oídos a algo parecido al quechua o el aimara de Perú y Bolivia. Son grandes artesanos de la alfarería y el cobre y poseen una gastronomía muy concreta y distinta al resto de México siendo uno de los estados exponentes.

Itinerario / resumen del Día de Muertos

Aquí va un pequeño guión de todo lo visitable en esos días. Como apuntamos, los eventos del Día de Muertos preferimos vivirlos en las poblaciones del Lago de Pátzcuaro, aunque la decoración en la capital Morelia no defraudaba.

29 de Octubre – Llegada a Morelia desde Guanajuato y visita de la Plaza de Armas y Catedral. Alojamiento en Morelia.

30 de Octubre – Visita de la ciudad de Morelia. Decoración en plazas con ofrendas y altares. Ida a Pátzcuaro y alojamiento en la población.

31 de Octubre – Mañana en Santa Clara del Cobre y tarde en Pátzcuaro con desfile de catrinas. Noche de ánimas en el cementerio de Tzintzuntzan. Alojamiento en Pátzcuaro.

1 de Noviembre – Paseo por diversas poblaciones del lago que preparan la segunda noche de velación: Tzurumútaro, San Pedro Pareo, San Francisco Uricho y Santa Ana Chapitiro. Por la tarde, vuelta a Tzintzuntzan para ver el desfile de altares hasta el cementerio. Noche en cementerio de Tzintzuntzan y recorrido por los hogares con altar en Santa Fe de la Laguna. Alojamiento en Pátzcuaro.

2 de Noviembre – Mañana en Santa Fe de la Laguna y tarde en el Festival de la Catrina en Capula. Alojamiento en Santa Fe de la Laguna.

3 de Noviembre – Mañana en el mercado de Quiroga y visita a la isla de Janitzio. Tarde vuelta a Ciudad de México

Dónde vivir el Día de Muertos en Michoacán

En nuestro caso estuvimos en el estado desde el 29 de Octubre hasta el 3 de Noviembre de 2021. Por supuesto, no nos daría tiempo a profundizar bien en el estado y por eso nos ceñimos a la capital Morelia y a la región lacustre y pueblos alrededor de Pátzcuaro. Aquí ya sabíamos de antemano que la vivencia prometía muchísimo.

Nos interesaba vivir la experiencia del Día de Muertos y fue más que suficiente con esa cantidad de días. Si se ha de elegir, lo mejor es no perderse el 31 de Octubre y el 1 de Noviembre incluidas sus noches. Por el contrario, muchos festejos y eventos se realizan a la vez en distintos lugares, por tanto es difícil verlo todo. ¡Créeme que una vez allí querrás estar en todos lados!

Existen tours organizados para esa noche que recorren varios pueblos de la zona. Si prefieres visitar la zona con guía y sin pensar en el transporte, tienes esta opción de tour.

Morelia y su centro histórico de cantera rosa

La capital de Michoacán bien merece una visita. De tamaño abarcable tiene en su centro histórico su mayor baluarte, caracterizado por tener muchos edificios emblemáticos en cantera rosa. Plazas, palacios, el acueducto y la bonita catedral de Morelia tendrán su post más específico próximamente, pero ahora nos concentramos en lo relacionado al Día de Muertos.

Para cuando llegamos el día 29 de Octubre, el ambiente en la ciudad estaba de lleno metido con la festividad. Se pueden ver mercados para la ocasión alrededor de la catedral. No faltarán calaveritas, pan de muerto y los dulces típicos de esos días en todo México.

Lo más bonito fue ver la decoración de todas las plazas de la ciudad, en especial la Plaza de Armas. Aquí se instaló un gran altar, de los más bonitos que vimos, con todo tipo de ofrendas en forma de comida y flores. También habían representaciones con dibujos a gran escala con polvo de colores en el pavimento, precioso.

El Jardín de las Rosas, los alrededores del Palacio Clavijero o la famosa Fuente de las Tarascas, todos y cada uno de los lugares estaba decorado con motivos y el color naranja y violeta dominaba la escena. La Calzada Fray Antonio de San Miguel hasta llegar a la Plaza Morelos era el lugar donde los locales habían comenzado a poner altares a sus seres queridos. Es realmente emocionante ver la foto del difunto en lo alto rodeada de objetos relacionados con la persona o cosas que le gustaban.

Quizás el evento más espectacular en la ciudad de Morelia para el Día de Muertos es el desfile del 1 de Noviembre. Catrines y catrinas pasan desfilando junto con comparsas de todo tipo. Pero claro está, como cambiar el desfile por lo que se vive en los pueblos de alrededor del lago. En nuestro caso elegimos esto último.

Pátzcuaro: la base perfecta y precioso Pueblo Mágico

Por su tamaño medio y localización, quizás resulta el mejor lugar para recorrer la zona. Pátzcuaro forma parte con merecimiento de esa magnífica lista llamada Pueblos Mágicos de México. De estilo totalmente colonial, sus casas bajas de encalado blanco y rojo llevan el mismo patrón. El rótulo de cada comercio tiene una tipografía especial que también resulta la misma para todos, con la primera letra de cada palabra en rojo y el resto en negro. Muy curioso.

En el Día de Muertos y precedentes la Plaza Grande o Vasco de Quiroga se lleva bastante el protagonismo con su altar central alrededor de la estatua del clérigo. Los puestos de comida, artesanía y dulces ocupan la plaza literalmente y el gentío es considerable.

Pasa lo mismo con la Plaza Chica o Gertrudis Bocanegra donde el vaivén de gente y los enmascarados de la Danza de los Viejitos hacen acto de presencia por igual. No te vayas sin ver esta danza ancestral de Michoacán, en Morelia también la vimos en la misma Plaza de Armas.

Recorriendo la Casa de los 11 Patios o la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, todo recobra un ambiente festivo y se organizan algunos eventos culturales, algún coro y todo decorado e iluminado para la ocasión. El evento más multitudinario es el Desfile de Catrinas que se realiza el 31 de Octubre. También podemos hacer una visita al Panteón Municipal, que comienza a recibir ofrendas y las tumbas y panteones comienzan a decorarse con las flores de cempasúchil.

Al ser una base perfecta para el Día de Muertos, las plazas de alojamiento se reservan con muchísima antelación en Pátzcuaro. Nosotros acabamos encontrando un alojamiento por Airbnb tipo chalet de montaña, una casa a modo cabaña que se ven bastantes por la zona. Estaba perfectamente situada entre el centro del pueblo y el embarcadero del lago, a unos 10 minutos en coche de cada lugar.

Janitzio y la Danza de los Pescadores

Afirma el pueblo purépecha que en la Isla de Janitzio (la más grande de las siete que tiene el Lago de Pátzcuaro) se originó la leyenda del Día de Muertos. El pueblo y el lago eran considerados como una puerta al inframundo y al mundo de los dioses. Las almas de los difuntos sobrevuelan el lago en forma de mariposa hasta llegar a esta empinada isla.

La noche del 31 de Octubre al 1 de Noviembre se lleva a cabo la tradicional Danza de los Pescadores, en los que estos navegan hacia la isla con sus embarcaciones iluminadas por velas, con la esperanza de ver reflejadas las almas de sus seres queridos en el agua. A destacar que las redes de especial forma con las que pescan en el lago tienen forma de mariposa, curioso.

Janitzio en Día de Muertos, muchedumbre asegurada. ¿Romper la tradición por el turismo?

Este ritual en sincronía entre las creencias prehispánicas y la tradición católica es sin duda uno de los más conocidos del Día de Muertos. Por contra, el interés del turismo en los últimos años por la celebración y el pequeño tamaño de la isla, hacen que sea un tanto locura pasar la noche en Janitzio.

Ojo, la cantidad de turistas en Michoacán no es nada en comparación con destinos como la Riviera Maya. Con todo y eso, el interés que despertó la película de Coco a nivel internacional y la llegada de muchos mexicanos de otros estados del país por libre o en tour, hacen que Janitzio se sobreexplote un poco.

El panteón municipal es uno en los que se vive la noche con más fervor y acaba repleto de altares, ofrendas y velas. A pesar de ello, considero que hay otras poblaciones donde se vive por igual y pueden visitarse más cómodamente. Esto a parte de poder respetar mejor a los locales, que no nos olvidemos, están velando durante esa noche a sus difuntos. En mi humilde opinión, debería haber un cupo máximo de personas para entrar a la isla o al cementerio- Vimos videos donde se ve que no cabe ni un alfiler y la gente acaba incluso pisando las tumbas…

En nuestro caso elegimos la población de Tzintzuntzan, descrito a continuación y también teníamos vista la Isla de la Pacanda, que celebran de la misma forma que en Janitzio pero sin muchedumbres. Como decíamos al principio, una sola noche (a lo sumo dos) y muchísimos lugares por ver.

Nuestro paso por Janitzio de día ¿merece la pena?

Cabe decir que en fecha de nuestra visita de Octubre 2021, la normativa por la pandemia del Covid se había relajado con respecto a nuestra visita a México en Marzo de 2021 unos meses antes. Con todo y eso, ciertas poblaciones del país norteamericano aplicaban normativas más estrictas por el Día de Muertos, como fue el caso de la isla de Janitzio.

En México existen más de 400 poblaciones con un sistema de «Usos y costumbres», la mayoría en Oaxaca. Son de población indígena y tienen un cierto autogobierno para su comunidad, con lo cual toman decisiones y crean normas a modo de gobierno local. Comento esto, porque para las fiestas del 2021, Janitzio decidió prohibir la entrada a todo aquel que no viviese en la isla. Durante los días 1 y 2 de Noviembre estuvo cerrada a cal y canto y se decidió celebrar la velación en la intimidad.

Es por ello, que para no irnos sin verla visitamos la población el día 3 de Noviembre de día y pasadas las fiestas, ciertamente no nos arrepentimos. A ella se puede acceder desde el embarcadero y Muelle de San Pedrito en Pátzcuaro o desde el este del lago, a través del Muelle de Ucazanaztacua. Nosotros fuimos desde el segundo para ver desde el agua la isla de Tecuena, Yunuén y Pacanda de camino. El precio eran 100 pesos ida y vuelta.

Las empinadas calles de Janitzio llegan hasta la omnipresente estatua de Morelos, uno de los héroes de la Independencia de México. La entrada cuesta 10 pesos y se puede subir hasta arriba de la estatua por un camino en espiral que tiene en el interior, para admirar las vistas del lago.

Realmente, en comparación con el resto de poblaciones del lago, Janitzio se ve que vive mucho del turismo con una alta presencia de restaurantes, tiendas de souvenirs etc. Visitarla de día nos hizo ver una visión más tranquila e igualmente poder ver el campo santo todavía decorado de las fiestas de las noches anteriores.

Si viajas a México o a cualquier lugar, más vale ir sobre seguro con un buen seguro de viaje. Nosotros te recomendamos MONDO. Rapidez, sencillez y claridad en un sólo click.

Y no olvides el descuento del 5%  para nuestros lectores tan solo pinchando en el banner de abajo! De esta forma colaborarás aportando tu granito de arena a que el blog siga vivo y que haya Con arena en la mochila para rato!

Admirando la orfebrería de Santa Clara del Cobre

La visita a esta pequeña población a unos 30 minutos al sur de Pátzcuaro fue de lo más intenso. Santa Clara del Cobre sería el primer pueblo michoacano que vimos tras salir de Morelia y llegar a nuestra cabaña de Pátzcuaro. El fervor de la gente y la fiesta que había allí montada la mañana del 31 de Octubre no tenía parangón en este Pueblo Mágico desde 2010.

Nada más llegar al Templo de Nuestra Señora del Sagrario vimos que había valido la pena escoger Michoacán para pasar el Día de Muertos. Múltiples figuras gigantes de esqueletos hechos de papel maché rodeaban la iglesia junto con alfombras de flores naranjas que señalaban el camino al templo y a la plaza, precioso.

Carros decorados con flores, las escalinatas, altares, en fin todo lo que es mobiliario urbano podía verse invadido por los colores naranja, violeta o amarillo. Las camionetas llenas de ramos y ramos de cempasúchil se sucedían en las calles adyacentes.

En la Plaza de Matamoros estaba el epicentro de la fiesta con un gran altar y una cruz de flores en el suelo y el nombre del pueblo. Alrededor se sitúan los soportales de columnas rojas que resguardan las tiendas de artesanía de cobre por la que se conoce a esta población. El papel picado de colores le daba un toque aún más bonito a la escena. Aquello no había hecho nada más que empezar y ya estábamos asombrados.

El objeto de cobre por excelencia es la gran olla donde se cocinan las famosas carnitas de Michoacán. De hecho, en la misma plaza había expuesta una de ellas junto a un catrín y catrina. Los puestos de comida se sucedían uno tras otro y allí que probamos las carnitas, los uchepos, las corundas y demás gastronomía típica del estado. De esto, hablaremos más ampliamente en el post de Michoacán.

Tzintzuntzan, quizás el camposanto más bonito de Michoacán

La población de Tzintzuntzan a unos 25 minutos al norte de Pátzcuaro fue sin duda la que más nos impactó en cuanto a las velaciones se refiere. Hubo un día en que este pueblo a orillas del lago fue la capital del Imperio Purépecha y así lo demuestran los restos de la Zona Arqueológica de los Yácatas. Hoy es durante el Día de Muertos uno de los camposantos más decorados y que reúne a más gente local.

En este cementerio dividido en dos por la carretera que lo cruza, se inspiraron para algunas escenas de la película Coco. Como siempre, la realidad supera a la ficción y nada de lo que explique puede recrear una mínima parte de lo vivido.

Noche de los Angelitos

En nuestro caso fuimos a Tzintzuntzan un par de veces, la primera la Noche de los Angelitos del 31 de Octubre al 1 de Noviembre. Ese primer día había bastante menos gente y se podía caminar por el cementerio muy cómodamente. La experiencia si bien siempre festiva, fue más íntima ya que tan sólo estaban las familias de los difuntos pero no gente exterior.

La mayoría de tumbas ya estaban forradas de flores, aunque aún faltarían la mayoría de alteares del día siguiente colocados justo detrás de las lápidas. Bien entrada la noche, empezó a sonar la festiva música de banda entre las filas de cruces. Efectivamente, había alguna velación por pequeños que se habían ido durante el año corriente. Resulta muy contradictorio que a pesar del dolor de las familias que llevarían por dentro, se cantaba a pleno pulmón y se brindaba por ellos. Esa primera vez nos impactó mucho.

Noche de los Fieles Difuntos

Si ya habíamos alucinado el día anterior, el día 1 de Noviembre por la tarde nos plantamos de nuevo en Tzintzuntzan para vivir el Día de Muertos en todo su esplendor. Conviene llegar a media tarde para encontrar aparcamiento y vivir la locura de la llegada de los altares al cementerio previo paso por el pueblo. Por cierto, también Pueblo Mágico.

En efecto, una suave llovizna no interrumpió que las familias llevasen desde todas las calles del pueblo una por una su decorado altar hasta el cementerio. El ruido de los tambores y trompetas de las bandas sale de cada calle y las familias portan el altar de su familiar entre gritos y alegría. En ocasiones eran decenas de personas las que seguían a un solo altar, familias muy numerosas.

Las mujeres y niñas portan vestidos tradicionales y bailan a la vez que portan incienso. Los hombres suelen llevar el altar en cuestión, decorado con el nombre del difunto, objetos personales como el sombrero y la fotografía de la persona. El alcohol les permite brindar por el que se fue al ritmo de la banda que les acompaña tocando algún corrido. Nos sorprendió muchísimo la cantidad de gente joven que salían en esas fotos.

Se dice que el naranja de la flor de cempasúchil, guía a las almas de vuelta a casa para pasar esa noche con sus seres queridos. Puedo asegurar que por la cantidad de velas y flores que vimos esa noche en el Panteón Municipal, ninguno se quedaría sin ver a su familia. Todo hay que decirlo en tan sólo dos pueblos de Michoacán, Tarímbaro y Copándaro, se cultiva una tercera parte del casi millón de manojos de esta flor que se comercializa en todo México.

El Atrio de los Olivos de Don Vasco de Quiroga y el Ex Convento de Santa Ana también mostraban un vaivén de gente alrededor de las letras iluminadas con el nombre del pueblo. Un largo mercadillo de artesanía y puestos de comida ocupa los lados de la carretera, aquí no falta de nada. A partir de aquí, durante toda la noche las familias velarían a sus familiares en el cementerio cuando ya todos los altares han llegado a su lugar.

Literalmente, el camposanto está iluminado por innumerables velas y aún más decorado si cabe que la noche anterior. La música se entremezcla de una banda a otra y de una tumba a la siguiente. Las familias comen, cantan, beben alrededor de la tumba o guardan silencio simplemente. Fruta, tamales, pan de muerto u objetos personales decoran los altares. Aguardiente, mezcal o tequila corren de mano en mano. Nosotros somos meros espectadores de todo aquello y solo podemos admirar «ojipláticos».

No hay que olvidar a pesar de todo que se trata de un ritual o una costumbre de sumo respeto. Por parte de los mexicanos no vi ningún mal gesto, ni una mala palabra hacia ningún turista que pudiera pasar por allí. Ni molestarse por una foto o mucho menos pedir dinero.

Sin embargo, sí que vimos un par de casos aislados de algún turista que se metía donde no le llamaban. Más vale mantenerse en una segunda línea y no molestar en un momento tan único. Abstenerse de hacer selfies o idioteces varias por favor, seamos simples observadores que ya es muchísimo.

Repito, fue toda una experiencia vivir esa Noche de Ánimas en el camposanto de Tzintzuntzan. Algo místico, sinergia entre las creencias prehispánicas y el tradicionalismo católico. Una mezcla de fiesta y alegría y a la vez sentimiento y pena. No sabría describirlo mejor, pero creo que a cualquiera le gustaría que le recordasen de la forma con la que recuerdan a sus muertos en Michoacán.

Santa Fe de la Laguna: espectaculares altares en los hogares para recordar al «Muerto del Año»

Cuando creíamos que no podía haber nada más auténtico e impactante llega Santa Fe de la Laguna. La misma noche del 1 al 2 de Noviembre, tras Tzintzuntzan, emprendemos rumbo por carretera hasta esta población a menos de 20 minutos y también a orillas del Lago de Pátzcuaro.

En esta población, también de mayoría purépecha, se honra al último difunto de la familia o «Muerto del Año». Si nadie de la familia ha fallecido se sigue velando al último, si hay más de uno pues el altar estará dedicado a varias personas. En todo caso, cada familia abre las puertas de sus casas, ya que a diferencia del resto de pueblos, aquí el altar solo se lleva al cementerio a partir del día 2 de Noviembre.

Hasta entonces el altar se decora en algún salón o patio interior de las viviendas de los locales. Como siempre no faltan frutas, mucha comida para el alma del difunto, ropa y sombrero que llevaban en vida y por supuesto, la foto de la persona en cuestión. Con flores suele estar escrito también el nombre. He de decir que sorprenden los altares de varios estantes que pudimos observar aquí, son espectaculares.

Con el corazón en la mano puedo decir que allí encontramos algunas de las personas más amables que he visto en México. Para ellos, era un orgullo y casi un placer poder explicarte sus tradiciones y nos invitaron varias veces a pasar y sentarnos en su propia casa. Generalmente en agradecimiento por tu paso, los dueños de la casa ofrecían bebidas como el atole y pozole que cocinaban en grandes ollas.

Al principio, nos dio bastante corte y mirábamos tímidamente desde fuera, hasta que nos dimos cuenta que la calidez y amabilidad de los mexicanos es infinita. Como siempre, ninguna mala cara ni momentos tensos en los que te puedan pedir dinero a cambio por fotos o nada que se le parezca.

Normalmente, sería de buen gusto llevar una ofrenda como manda la tradición, aunque nosotros no llevábamos nada encima. Pero al contrario, nos decían que no era necesario y nunca fuimos excluidos por ello. Íbamos sin mucha idea de que encontraríamos y tan sólo pensábamos echar un vistazo desde fuera, pero finalmente fue un puro intercambio de experiencias, muy espontaneo.

Mamá Coco, la abuelita de 108 años de Santa Fe de la Laguna

Decir que nuevamente la película de Coco también se inspiró en esta población. Bueno, más bien calcó la plaza y la Parroquia de San Nicolás de Bari. Esta sale en las primeras imágenes del film tal cual es en la realidad.

¿Alguien se acuerda de Mamá Coco, la viejita en silla de ruedas? Pues a pesar de que hay decenas de Mamá Coco deambulando por Santa Fe de la Laguna, la verdadera con sus 108 sigue viviendo en su casa del pueblo y abre sus puertas cada día a los curiosos.

Hoy en día, el tumulto y discusión alrededor de su figura es algo controvertido. No se sabe exactamente si Disney Pixar se inspiró en ella, pero el caso es que se parecen muchísimo. Algo más en 2017 cuando se estrenó la película. Al parecer, la familia no recibió compensación alguna de la productora y ahí está el motivo de discusión.

Por otra parte, lo que ha montado la familia alrededor de ella es digno de estudio. Cientos de souvenirs de Coco en la propia casa para vender y decenas de personas que pasan cada día. La madre de Robert se empeño en que quería verla y allá que fuimos. Contaremos un poco más detallada nuestra experiencia en otro post complementario sobre Michoacán.

Día de Muertos con cero turismo: Tzurumútaro, Santa Ana Chapitiro, San Pedro Pareo y San Francisco Uricho

Existen múltiples poblaciones que viven su Día de Muertos particular en pequeños núcleos. Cualquier pueblo alrededor del lago lo vive de igual forma, aunque con ciertas diferencias locales. La mañana del 1 de Noviembre queríamos ver la preparación de una noche así. Recorrimos en coche varias localidades al sur del Lago de Pátzcuaro sin turismo alguno y acabamos entablando conversación con mucha gente que nos dejaron toda su sabiduría de la celebración.

Tzurumútaro

A escasos 12 minutos al norte de Pátzcuaro y de camino a Tzintzuntan fuimos a dar una vuelta por el panteón de Tzurumútaro. Llegamos en un momento donde la banda del pueblo tocaba a destajo y un grupo de niñas con vestidos tradicionales y coloridas trenzas bailaba en el centro, un regalo a vistas de turistas como nosotros.

Un montón de personas forraba con cempasúchil las respectivas tumbas de sus familiares. Me impresionó la delicadeza de como ponen cada flor una por una con sumo cuidado que queden bien compactas entre ellas, es algo bastante laborioso. Montañas de pétalos naranjas se reparten por todos lados en cruces, lápidas y peldaños.

Los niños estaban muy presentes y acompañan a sus familias en la tares, incluso juegan revoloteando entre las tumbas. Se normaliza todo hasta un punto situado al otro extremo del que estamos acostumbrados.

Santa Ana Chapitiro

Este pueblo no lo habíamos ni oído ni visto en el programa del Día de Muertos que llevábamos de la zona, sin embargo nunca olvidaremos su templo que vimos pasando por la carretera. A escasos 15 minutos al oeste de Pátzcuaro, esta pequeña localidad esconde el templo a la Santa Muerte más grande de todo Michoacán.

Desde fuera aparentemente parece una casa o una pequeña hacienda, pero las imágenes de la llamada Niña Blanca en el exterior llamaron nuestra atención. Bajamos y pudimos comprobar que tiene una tienda para comprar velas, figuras y ofrendas e incluso su propia capilla. La entrada era libre y en ningún momento nadie nos pidió nada ni nos dijo que no se pudiera visitar.

El culto a Nuestra Señora de la Santa Muerte existe ya desde la época prehispánica y fue clandestino durante años, ya que no está bien visto por la Iglesia Católica. Se relaciona con el mundo del hampa y el narcotráfico pero está bien arraigado en una parte de la ciudadanía en México. La figura de un esqueleto con túnica, guadaña y un globo terráqueo la representa y la capilla de este lugar estaba llena de efigies como esta.

Dentro de la capilla un grupo de música norteña tocaba sin parar delante de una familia que lloraba. Este momento nos desconcertó puesto que fue la única vez que vimos a alguien llorar en esos días. Imagino que no hay que confundir Día de Muertos con todo lo demás.

Dentro de la casa se recorre un patio con jardín muy decorado para esos días. Todo en cuestión estaba lleno de más estatuas con ofrendas como puros, joyas, cirios, flores y monedas. Lo que más nos sorprendió es encontrarnos a tres policías allí mismo. En resumen, una visita entre lo espeluznante e intrigante pero también interesante y muy bonita a la vista.

San Pedro Pareo

Pequeña localidad justo al lado de la anterior. En San Pedro Pareo pasamos a su cementerio donde al igual que en Tzurumútaro se preparaban para la Noche de Ánimas. Nos encontramos con gente amable en este pueblo minúsculo. Si bien la espectacularidad de los panteones no era tanto como en Pátzcuaro o Tzintzuntzan, nos gustó ver a la gente trabajar tranquila y sin prisas.

San Francisco Uricho

Siempre recordaré con cariño este pueblo porque acabamos bebiendo cerveza Corona junto con el «primo de Hugo Sánchez». En realidad, nos dirigíamos a Erongorícuaro, otro pueblo donde se vive bastante la fiesta pero un altar de 12 metros de altura que sobresalía en el cementerio nos llamó la atención y nos hizo parar.

En efecto en el cementerio de San Francisco Uricho, tenían el altar más alto que llegamos a ver, era impresionante y daba la bienvenida tras las puertas del recinto. Un par de hombres orgullosos se presentaron como los autores de la obra y nos acabaron explicando las batallitas sobre como lo realizaron. ¡Lo levantaron a pulso!

Nos acabaron invitando a una cervecita fresca y uno de ellos al decir que veníamos de España, nos comentó riéndose que era primo del exfutbolista mexicano Hugo Sánchez (por supuesto no le creímos). La amabilidad y calidez de los mexicanos no conoce límites.

Capula

La población de Capula se encuentra a unos 30 minutos al oeste de Morelia. Una inmensa catrina de colores a la entrada nos da una idea de que venimos a hacer hasta aquí: visitar la Feria de la Catrina. La feria ocupa bastantes días por las festividades del Día de Muertos, suele estar del 24 de Octubre al 2 de Noviembre.

Más de 280 artesanos que realizan catrinas se dan cita con sus puestos en el pueblo, incluidas algunas elegantes catrinas de carne y hueso con la cara pintada. Nosotros lo dejamos para lo último, pero el 2 de Noviembre todavía estaba todo abierto sin problema y no dudamos en llevarnos una catrina del mismo pueblo donde las producen a mano a base de arcilla y pintura.

Es muy interesante ver a los mismos artesanos realizar en directo sus obras, de distintos tamaños y llamativos colores. Un gran comedor con puestos de comida acompaña a la feria donde pudimos comer eligiendo entre pozole, tacos, buñuelos, corundas, enchiladas placeras, tamales o pan de muerto.

Sensaciones tras el Día de Muertos

Comentándolo con el resto de la familia, todos coincidimos en que habíamos vivido unos intensos días en Michoacán. Estábamos de acuerdo en que habíamos presenciado uno de los momentos a nivel cultural más impactantes que hayamos visto.

Es una festividad para toda la familia y si se mantiene por tu parte el respeto por estas creencias y costumbres, puedes obtener un intercambio cultural con los locales muy interesante. El Día de Muertos es México tal cual es, una mezcla de cultura, tradición, gastronomía, devoción, color y éxtasis. Nos encantó y desde aquí, no podemos dejar de recomendar el poder vivirlo de primera mano.