Si existe un lugar en Guatemala donde su mercado ha pasado a ser el icono de una ciudad, ese es Chichicastenango. Esta población en el departamento de Quiché, es otra muestra del colorido, la fe religiosa y la riqueza cultural de este país. A parte de ser una de las localidades más turísticas, Chichi como se le llama cariñosamente, estará presente en casi cualquier ruta que se precie. El fervor religioso de los indígenas mayas, que son la mayoría de la población, se muestra en las calles y en los alrededores de la plaza principal donde el idioma quiché es lo que más se escucha a nuestro alrededor.
En el pasado, en la época precolombina, fue un terreno en disputa por los quiché y los cakchiqueles y entre los guatemaltecos es conocido por ser el lugar donde se encontró el libro sagrado de los mayas, el Popol Vuh que cuenta el origen de la humanidad. A pesar de la introducción del catolicismo por parte de los españoles, hoy en día en Chichicastenango, las ceremonias, ofrendas y tradiciones de los indígenas quichés, están más que presentes y muy arraigadas. Sólo hay que echar un vistazo y distinguir lo que hacen entre la nube de incienso que rodea las iglesias y los lugares sagrados.
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Cómo llegar a Chichicastenango
Al situarse más o menos en el centro del país y relativamente cerca del resto de puntos turísticos, Chichi está bastante bien comunicado mediante shuttles, bus o Chicken Bus. En las rutas principales por Guatemala, se suele llegar desde el Lago Atitlán, más concretamente desde Panajachel situado a 2h30min, algo que finalmente hicimos nosotros.
El shuttle es el medio de transporte más utilizado por el turismo extranjero y como es lógico, es más caro, ya que te recogen en la misma puerta de tu alojamiento. A Chichi llegan shuttles desde Ciudad de Guatemala, Antigua, Panajachel o Xela. En nuestro caso tomamos por 90 GTQ el shuttle desde Panajachel, con horarios de salida a las 8h y a las 15h de vuelta a Pana, tiempo de sobra para ver tranquilamente Chichicastenango.
Otra opción desde Panajachel es tomar un Chicken Bus hasta Sololá 4,5 GTQ y aquí hacer transbordo hasta Los Encuentros, donde con un tercer bus llegaremos al destino final, Chichicastenango. Sale bastante más barato aunque por lo que nos dijeron se tarda bastante, es para ir sin muchas prisas.
Qué ver en Chichicastenango
La plaza y su mercado
La vida en Chichicastenango gira en torno a su plaza principal y su mercado, principalmente de artesanía y souvenirs, aunque con algunos espacios donde venden productos locales. Este está presente los jueves y los domingos, llegando a ocupar varias de las calles adyacentes a la plaza principal.
Nuestro veredicto tras haber visitado la ciudad y haber escuchado tanto alabanzas como críticas desde el punto de vista turístico, es que merece la pena ir. Si no se tiene la oportunidad de visitar las tierras altas del altiplano como Xela o Huehuetenango, Chichi es una buena muestra de la cultura indígena y el sincronismo religioso entre las creencias mayas y el cristianismo.
Sólo aparecer por uno de los lados de la plaza de buena mañana, quedaremos inmersos en la nube de incienso que siempre rodea la Iglesia de Santo Tomás, la más grande de las dos que presiden la plaza. La escalinata llena de vendedoras de flores que sacan su jornal a los pies de la iglesia, es quizás la foto más famosa de Chichi y una de las más realizadas de Guatemala. El colorido de las flores justo delante del blanco de la fachada de la iglesia, recrea una postal muy bonita. El murmullo de la gente que entra y sale del mercado sólo es interrumpido por un hombre que se desgañita intentando vender un «quitamales» que cura cualquier dolor… “Calooor en los hueeesssssssos señora!”.
Cuando llegamos, justo nos encontramos con esa misma estampa que tantas veces habíamos visto. En la misma puerta de la Iglesia de Santo Tomás, algunos de los chamanes mueven de lado a lado a modo de péndulo el recipiente con incienso que esparce el humo por todo su alrededor. Las velas, el humo y el fuego son los elementos principales que utilizan en un intento de realizar ofrendas a sus distintas divinidades. Dentro de la iglesia y el patio colonial que se sitúa justo al lado, se puede entrar aunque es necesario dar la voluntad. Cuando fuimos estaba todo a punto para la Semana Santa y el interior de esta era una alfombra de velas, telas de color lila y santos preparados para las procesiones que iban a realizar muy pronto.
Justo al otro extremo de la plaza nos encontramos con la Capilla del Calvario de color blanco, igual que su compañera de enfrente aunque más pequeña. En la misma puerta algunos feligreses queman incienso y murmuran en quiché antes de entrar en el altar preparado para la ocasión. En el medio de las dos iglesias se juntan una amalgama de tiendas y puestos bajo la cobertura de las lonas protectoras de Sol, formando un pequeño laberinto donde hasta el más reacio a las compras acabará llevándose algo para su casa. Como ya hemos indicado, el mercado está focalizado esencialmente en el turista, souvenirs de todo tipo que como índice común tienen el colorido por bandera.
Por las calles adyacentes a la capilla del Calvario existe una parte de mercado local donde podemos encontrar carnicería, frutería, tortillas de todos los tipos, utensilios de cocina… todo muy al estilo guatemalteco. La calle donde venden los pollos vivos tiene su que, ya que a parte de que a los chapines les encanta comerlo de todas las formas, es cuanto menos curioso como los compran y se los llevan en la bolsa o colgados de cualquier sitio. Este mercado es punto de encuentro de muchos del los pueblos indígenas de los alrededores que como tal, también llevan cada uno su traje típico con infinidad de tipos de costura y bordados. Existen muchas tiendas que venden las telas de distintos colores, bordados y tamaños, las cuales luego son utilizadas para realizar estos trajes y los mismos locales van allí a comprarlas.
Cementerio
No muy lejos de la plaza y descendiendo la 7ª o 8ª calle por detrás de la Capilla del Calvario, llegaremos al cementerio de Chichicastenango. Por qué visitar un cementerio? Pues como muchos cementerios curiosos a lo largo y ancho del planeta, los guatemaltecos no se quedan atrás y el colorido de sus tumbas es lo que las hace especiales.
Como también en Sololá o en muchos otros desconocidos pueblos en esta región del Quiché, las tumbas de los difuntos están pintadas de colores llamativos según las creencias mayas. Desde luego, el de Chichicastenango se lleva la palma en cuanto a vistosidad y grandiosidad. Además, al situarse en terreno elevado hay algunos puntos desde donde apreciar mejor la colina donde está situado y ver mejor todas esas pequeñas cruces una detrás de otra. Según el sexo, la posición social o la edad del fallecido la tumba será de un color u otro.
A lo largo del cementerio existen distintos altares donde tarde o temprano veremos alguna persona murmurando sus plegarias y realizando ofrendas siempre a través del fuego, el incienso y de tanto en cuanto una bocanada de aguardiente para ahuyentar los malos espíritus.
Pascual Abaj
En lo alto de una montaña en dirección a las afueras de Chichicastenango, se encuentra uno de los puntos de ceremonias para los rituales mayas más importantes de la ciudad. Nosotros no llegamos hasta aquí, aunque se puede llegar relativamente fácil por tu cuenta o con alguno de los tantos guías con chaleco que nos encontraremos por el mercado.
Estos guías locales negociarán un precio y nos acompañarán a los puntos descritos anteriormente, pero sobretodo tratarán de transmitir el significado de la cultura maya y todo lo que la envuelve hasta llegar al lugar más sagrado, el monte Pascual Abaj. En el altar de esta colina se celebran distintas ceremonias, donde nuevamente podremos ver una muestra del sincretismo religioso y el intercambio cultural entre el cristianismo y las culturas ancestrales mayas.
Qué comer en Chichicastenango
Previamente hablamos del mercado de Chichi, pero lo que no dijimos es que justo en su corazón se encuentra una amalgama de puestos de comida de lo más abundante y variado. Sin duda nos quedamos a comer aquí! A cualquier hora y por muy buen precio se podrá degustar cocina tradicional guatemalteca en uno de los tantos comedores que aquí se encuentran.
No importa si es temprano o tarde que siempre escucharemos el omnipresente “clap clap” de las mujeres que amasan sin descanso las tortillas de trigo. Con el pollo como alimento principal, cada comedor tiene su cocina y sus platos a vista de todo el mundo y un simple paseo por unos cuantos nos dará una idea de con cual quedarnos. Nosotros acabamos en comedor Juanita, comiendo codo con codo con una familia guatemalteca pollo, caldo de res, tacos y ensalada. Genial!
A pesar del aspecto turístico que pueda tener, en Chichicastenango y toda la región del Quiché se siguen manteniendo las costumbres mayas, vale la pena empaparse de la cultura de Guatemala de primera mano y conocer la vida local de este país tan entrañable.
Muchas gracias, vuestro post nos va de maravilla! El 18 de junio partimos para Guatemala!!
Preciosas fotos!
Nos alegramos mucho que os vaya bien el post! Estamos convencidos de que Guatemala os gustará.
Un saludo!
Robert y Ely
Hola,
Nos encantan los mercados, suelen ser de los lugares más auténticos de cada lugar y donde mejor conoces a sus gentes y sus costumbres.
Impresionantes las fotografías, un post estupendo, enhorabuena.
Subrayamos tus palabras! Muchas gracias por tu aporte y comentario. Un saludo!
Robert y Ely
Este proximo año quiero viajar a este bello lugar, he guardado sus referencias, nos ha encando. muchas gracias!
Mar Villas.
Hola Mar! Un imprescindible de Guatemala, todo colorido. Un saludo!
Robert y Ely