Buceo en Tailandia 2011: Railay

Dive Centre: Railay Dive Center

Precio: 50€

Lugares de inmersión: Koh Taru, Koh Mae Upai

Tipo de buceo: Rompiente, mar de fondo, corriente leve

Profundidad: 13-17m

Visibilidad: Muy buena

Comentarios: Dos años antes en un viaje únicamente por Tailandia, perdimos la oportunidad de bucear en uno de los mejores sitios del Sudeste Asiático: Koh Similan. El maldito monzón se adelantó de Mayo a Abril y aunque hacía Sol el mar se picó de tal forma que no salía ningún barco de buceo. Nos quedamos con unas ganas inmensas de no poder realizar el liveaboard de cuatro días que teníamos pensado y en 2011 nos quitamos un poco la espinita de bucear en Tailandia, esta vez eso sí en Railay.

Railay es una pequeña península situada entre Krabi y Ao Nang. Sólo es accesible por barco ya que existen muchas formaciones calcáreas de gran tamaño que forman grandes acantilados y  cortan el acceso por tierra. La península tiene muy bonitas playas, exuberante vegetación y rocas salientes del agua de varias decenas de metros. A una hora en barca se encuentra Phi phi donde también hay varios puntos de buceo.

Decidimos hacer un par de inmersiones locales en alguno de los peñascos que salían del agua y cercanos a Railay, unos 30 min en barca. El centro que escogimos el Raylay Dive Center lo llevaba un finlandés muy majo y que nos dio muy buena espina. La Dive Master que nos tocó fue una tailandesa también muy simpática y con muchas ganas de que saliera todo bien. De hecho tan sólo fuimos con ella yo y Ely de manera que fuimos sin prisas y relajadamente.

El primer lugar fue Koh Taru situado en una de las rocas en mitad del mar. Al principio había muchas partículas en suspensión hasta que se calmó un poco la cosa. Pudimos ver nudibranquios de todos los colores imaginables, todos los típicos peces de aguas tropicales, muchas blue spotted stingray etc… En la segunda fue aún más interesante, se llamaba Koh Mae Upai y también estaba en el fondo de una de las rocas salientes en mitad de la nada. A parte de lo ya mencionado vimos grandes bancos de barracudas, peces napoleón y un tiburón Bamboo que jamás habíamos visto. La verdad es que fue de pura casualidad, ya que lo encontramos tumbado descansando en el fondo y nos permitió acercarnos mucho para hacer alguna foto. Cuando le dio la gana pegó un coletazo y se fue. También nos metimos en una gran cueva llena de vida con unos bonitos contraluces.

En este segundo viaje nos hubiera gustado realizar el liveaboard en Similan pero ni por tiempo, planning ni dinero nos iba muy bien. Aun así, no nos desagradó la pequeña incursión por esta zona pero nos queda pendiente el premio gordo.