Australia Zoo: Un sueño cumplido en la casa de Steve Irwin (The Crocodile Hunter)

En nuestro reciente viaje por Australia pudimos visitar el Australia Zoo, parada que marcamos como obligatoria en nuestra ruta y al que nos costó lo nuestro llegar, pero os aseguramos que la visita valió enormemente la pena! Así pues empecemos este (emotivo y un tanto personal) post por el principio…

Tras nuestros días en Daintree y la Gran Barrera de Coral en Cairns, llegamos a Brisbane con un vuelo de Virgin Australia. Aunque no tuvimos tiempo de verla detenidamente, Brisbane nos pareció una ciudad con mucho encanto. Moderna, muy animada, limpia y llena de zonas verdes.

A nuestra llegada hicimos noche en uno de los hoteles más terroríficos (y nada barato) en los que hayamos estado. Estaba regentado por un hombre con cara de militar, mirada psicótica y personalidad  bipolar (igual exagero un poco ;p) que se dedicaba a despertarte por la mañanas a base de golpes en la puerta de la habitación, para que no perdieras el bus. Es el Kingsford Riverside Inn situado entre el centro de la ciudad y el aeropuerto y el cual no recomendamos.

En fin, una vez pasada la noche en este hotel-prisión (como lo apodamos)  nos dirigimos al aeropuerto para alquilar nuestro cochecito, el cual nos salió dos veces más barato que si hubiéramos pagado el tique para el bus que te llevaba directo al zoo.

Cogimos carretera y manta y en menos de una hora ya habíamos llegado a Beerwah en nuestro flamante Holden Cruze. Mis manos temblaban al volante y no era capaz de creer que estaba allí… un sueño comenzaba a cumplirse un día cualquiera del año 2014, por fin!! Pero os preguntaréis… porque tanta emoción por un Zoo??

Yo tenía 21 años cuando descolgué el teléfono y la voz de Robert me anunciaba la triste noticia… mis sueños acababan de romperse en pedazos, Steve Irwin había fallecido.

Pero… quien fue Steve Irwin??

Sin duda yo diría, que era una de esas personas que dedican su vida a un propósito especial y se marchan dejando un recuerdo imborrable. Gran ecologista y a la vez celebridad televisiva, sencillo, impulsivo y de grandes valores. La vida de Steve siempre fue extrema al igual que la opinión de la gente…  algunos le consideramos un héroe y otros tantos lo rechazaban por excéntrico o irresponsable.

Cuando era un niño se mudó a Queensland con sus padres, donde dirigirían el Parque de reptiles y fauna de Queensland y creció rodeado de cocodrilos y otros reptiles. Se dice que atrapó su primer cocodrilo a los nueve años junto a su padre Robert y desde niño siempre estuvo en contacto con la naturaleza y los animales salvajes.

Entre sus animales estrella estaba la tortuga Harriet que murió a los 176 años en 2006 y que fue llevada a Australia desde las islas Galápagos por Charles Darwin!

En 1991  Steve tomó la dirección de este zoológico que pasó a llamarse Australia Zoo, el zoo más grande de Australia!!

A pesar de que el nombre de “El cazador de cocodrilos” (como se llamaba la serie-documental que protagonizaba) suene feo, los cocodrilos que los Irwin cazaban eran siempre animales en lugares problemáticos y que antes de acabar como bolsos o zapatos, eran cazados por ellos para luego ser liberados en un nuevo hogar, en la naturaleza, donde no dieran problemas y pudieran vivir tranquilos.

Steve derrochaba un inmenso amor y pasión por el medio ambiente y los animales al conocido grito de Crikey! El día en el que Steve murió haciendo lo que más quería, la naturaleza perdió sin duda a uno de sus más apasionados y queridos protectores.

Dejó este mundo el 4 de septiembre de 2006 a las 11 de la mañana mientras filmaba un documental bajo el mar de Queensland. Un incidente con una raya acababa tristemente con su vida…

A pesar de que el propio gobierno australiano ofreció un funeral de Estado, este fue rechazado por Terry, su mujer, por ser un hombre sencillo. Sin embargo, nos deja algo muy grande… su legado. Cientos de colaboraciones con distintos países del mundo para salvar a varias especies en peligro de extinción, varias iniciativas, proyectos y fundaciones que llevan su nombre y sobre todo ese lugar increíble como es el Australia Zoo!!

Su esfuerzo y trabajo continúan a día de hoy a manos de su mujer, sus hijos y sus mejores amigos en este fantástico lugar, en el que los animales no viven en jaulas minúsculas ni parecen estar drogados todo el día. Digo esto porque no somos fans de los zoo y seguro que todo aquel amante de los animales tampoco lo será, pero esto… es un caso especial. Desde que llegamos nuestra sensación no fue para nada de la de estar en un zoo sino más bien, en una reserva donde los animales tienen un espacio enorme y preparado exclusivamente para ellos. Para prueba estos pequeños y graciosos geckos que se pasean por el zoo a su antojo sin que nadie se extrañe por ello.

El Australia Zoo abre sus puertas de 9:00 a 17:00 y la entrada para un adulto cuesta 59 AUD (unos 40€). El zoo está distribuido en varias zonas  ”temáticas” podríamos decir, como la zona de África con una gran “sabana” que alberga jirafas y rinocerontes, o Asia con sus protagonistas estrella: los tigres de bengala, los cuales gozan de un gran amparo y forman parte de un interesante proyecto de protección del tigre asiático y contra el tráfico de animales en el Sudeste Asiático.

El zoo dispone de wifi gratuito y está permitido entrar con bebidas y comida (excepto bebidas alcohólicas). Hay zonas de picnic y fuentes de agua potable distribuidas por todo el recinto. En todo caso también hay food courts nada caros donde pedir una buena hamburguesa y algunas tiendas de recuerdos.

Los trabajadores del zoo derrochan energía, simpatía y amabilidad y se pasean durante todo el día con varios animales diferentes con los cuales puedes hacerte una foto, tocar con permiso y lo que es mejor… siempre explican las curiosidades de esa especie en concreto para que la conozcas, la respetes y aprecies sus cualidades.

El reservado lugar en honor a la tortuga Harriet, las manos y pies de Steve plasmados en el cemento, la estatua de toda la familia al completo incluyendo a la perrita Sui, las millones de fotos de Steve, sus recuerdos, todo, absolutamente todo está dedicado a él…

Tuvimos la suerte (o no) de ir en el periodo de vacaciones escolares, cosa que fue un engorro por la cantidad de niños que había ese día pero a su vez, fue toda una suerte ya que los hijos de Steve Irwin harían una pequeña aparición en el conocido crocoseum. El crocoseum es conocido por ser el lugar donde Steve hacia sus pequeños espectáculos con los cocodrilos y que a su vez, fue lugar de acogida de las 5000 personas que asistieron a un acto recordatorio en el día de su funeral.

                         

Podréis preguntarme si se me cayeron las lágrimas y no mentiría, pero minutos antes de entrar al crocoseum (que por cierto me lo esperaba mucho más grande)  vi aparecer a la mujer de Steve Irwin a pocos pasos de nosotros y no salían ni las palabras de mi boca… «Robeeeeeeerrrttttttt, la mujer del Stevveeeeeeeee!!!!» Fue todo lo que me atreví a decir… así que Robert actuó por mi, parándola y pidiéndole una foto a la vez que le explicaba nuestra pequeña historia como fans de Steve Irwin. Cierto es que todo adquiría un aire muy yankee… familia feliz, lugar perfecto, trabajadores amables y sonrientes… lo que no me esperaba era que esa mujer se parara a escuchar nuestra historia!! Muy amable se hizo la foto de rigor, nos preguntó de dónde veníamos, nos agradeció la visita y la admiración por su marido y nos deseó un buen viaje… pero que chica más maja!!

En el crocoseum pudimos ver unos cuantos bailoteos de la hija (ya crecidita) de Steve, con una canción que le dedicaba al padre… cuanta emoción junta por dios!! A las 12h empezaba el espectáculo más importante. En él te enseñan sobretodo algunos animales de la fauna australiana… aves, reptiles, un dingo educado que daba la patita… Interaccionan con el público y el postre fue enseñarnos las capacidades del cocodrilo más grande que tienen en el zoo. Te cuentan su historia, como se llama y porque llegó hasta allí. En todo momento dan consejos para evitar todos los accidentes que ocurren en Australia debido a este animal y explican sus costumbres y modo de vida.

             

Al ser periodo de vacaciones escolares, el show lo lideraban la mujer y los dos niños de Steve junto con alguien a quien también me hizo mucha ilusión ver… Wes! El mejor amigo de Steve y con el que compartía varios capítulos de la serie que me tenía loca de pequeña “The Crocodile Hunter”.

Hay varias actividades a horas determinadas, nosotros fuimos a las que pudimos aunque es tanto lo que hay por ver que es imposible verlo todo en un solo día. De esta manera reúnen a los visitantes para explicarles las curiosidades de un determinado animal. Por ejemplo: la vida de las nutrias, la hora de la comida de las tortugas, la historia de los koalas o una especial para niños en los que sus historias van dedicadas al aprendizaje de amar la naturaleza. Una bonita manera de educar al visitante y ayudarles a tomar consciencia.

     

Los koalas y los canguros son sin duda, los reyes de cualquier zoo de Australia. Tengo que reconocer que antes de ir me negué a pagar dinero por posar junto a un koala… luego llegas allí y los ves tan monos… y piensas, ya que he llegado tan lejos… pues nada, a posar con el koala!!! Jajaja

En fin, lo bueno de todo esto es que los koalas están bien cuidados y solo están un determinado tiempo en brazos de la gente, cambiándose cada pocos minutos para que no se cansen. Solo “trabajan” por así decirlo, unas horas a la semana y todo lo recaudado va directo a su cuidado y sobre todo a su protección.

                               

Los koalas están repartidos en varias zonas, siendo su total libertad lo más importante. No están en jaulas ni encerrados en cristaleras. Estos koalas se pasan el día en su árbol propio de eucalipto en zonas acomodadas para ellos y con todos los mimos de sus cuidadores!! Eso es vida!! Los tienes lo suficientemente cerca como para disfrutar de ellos y a la vez lo suficientemente lejos como para no causarles ningún daño.

      

   

Y ahora que toca?? Cangurooooosssss!!! Estábamos locos por llegar a la zona de los canguros y al pasar la puerta del “Roos Heaven” ya flipamos con el primer wallabie que vimos. Se dejaran tocar? Serán simpáticos? Habrá muchos? Nos repetíamos una y otra vez… Para resumir os diré que por lo menos estuvimos dos horas posando con los canguritos! Canguro tumbado, canguro sentado, canguro mirando, canguro pasando de nosotros, canguro tomando el solete… ahora con la gopro, con el móvil para enviarla a casa, con el Ipad para el blog… jajajajaja que buen rato pasamos!!

                          

Finalizamos esta increíble visita en uno de los sitios más especiales, importantes y conocidos por los australianos… el Wildlife Warriors Australia Zoo Hospital. Este lugar era el sueño de Lyn (la madre de Steve Irwin) y Steve hizo su sueño realidad en 2004 en honor a ella. Este hospital para animales acoge a más de 30 especies diferentes, más de 100 llamadas de emergencia diarias y una media de 70 koalas al mes. En total más de 56000 pacientes admitidos hasta la fecha, sin duda un trabajo increíble.

El lugar visitable es pequeñito pero te da una idea de lo que allí se cuece diariamente. Una gran zona acristalada separa a los visitantes de la zona de trabajo. Habitación de cuidados intensivos, laboratorio y una pequeña sala con varias jaulas llenas de eucalipto para los más desfavorecidos, los koalas. Estos son víctimas casi siempre de accidentes de tráfico o ataques de animales, como este pequeño que veis en la foto que tuvo la suerte de ser rescatado después de sufrir el ataque de un perro. También pudimos ver como transportaban a una tortuga con el caparazón roto o curaban a un pequeño hurón.

La entrada nos costó 2 AUD que pagamos junto con la entrada principal y realmente mereció mucho la pena. En la sala hay una pequeña pantalla donde se suceden uno tras otro los videos de Steve o situaciones vividas en el centro de rescate. Una escultura de un tiburón que te recuerda la crueldad con la que se les mata por su preciada aleta o una caja con un mensaje muy especial que decía algo así como… «Quieres saber cuál es el animal más peligroso del mundo??» Solo tienes que abrir la caja para hallar la respuesta… y que razón tiene… dentro de la caja solo encontramos un espejo.

También hay una gran zona verde donde suponemos que tendrían a los animales en rehabilitación pero a la cual no puedes acceder. Un lugar realmente maravilloso y además tuvimos la compañía de uno de los trabajadores del zoo que nos deleitó con todas las historias que nos contaba sobre el lugar, los animales, etc…

Salimos de allí con una enorme sonrisa, nuestro coche era el último en el aparcamiento porque nos entretuvimos hablando con una de las trabajadoras del centro de rescate… parecía un lugar perfecto en el que todos eran felices y tenían un propósito común: el bienestar, ayuda y rescate de la fauna de este maravilloso país y la educación de todos los que por suerte, visitamos este zoo. Llegamos de nuevo a Brisbane muy cansados pero contentos con todo lo que habíamos visto. Ya podíamos descansar tranquilos en el Soho Brisbane Motel, (333, Wickham Terrace) una opción más acertada que la anterior para pernoctar en la ciudad, limpio y con wifi y parking gratuito.

Cumplí mi sueño de conocer a ese hombre que me hacía temblar de emoción en sus documentales, no pude hacerlo personalmente pero su imagen estaba en cada paso que dábamos allí, realmente fue emocionante y maravilloso ver que aún existen personas así, que sienten amor y locura por nuestra Tierra y su naturaleza y que se desviven por luchar por ella. Sin duda una gran parada en el camino que mereció muchísimo la pena y que siempre quedara en nuestro recuerdo, el Australia Zoo!!